En este capítulo se habla de la resistencia a algún cambio y
a cómo lidiar con ella, en mi trabajo esto ha llegado a suceder con algunos de
mis alumnos, generalmente de nuevo ingreso, que se encuentran renuentes a aprender un segundo idioma, casi siempre
escudándose en excusas como “no me va a servir para nada”, “no se me da el
inglés” (la más común), “me cuesta trabajo entenderle”, entre otras. He
escuchado de algunos maestros decir “Fulanito es un problema, no quiere
aprender”, “Fulanito no aprende, está cerrado”….Reconozco que alguna vez llegué
a tener pensamientos similares cuando empecé a dar clases, hasta que un día
platicando con una persona que me ha enseñado mucho acerca del arte de enseñar
le platiqué el caso de un niño que por más que yo me esforzaba, no parecía lograr cambio alguno en él. Esta
persona me dijo “el niño no es el problema, el niño TIENE el problema”. Desde
entonces cada vez que se me presenta un problema similar (o incluso fuera del
trabajo, este consejo me ha servido mucho) separo el problema de la persona.
La resistencia al cambio es uno de estos problemas que son
difíciles de separar de una persona, sin embargo no se deben asociar tan
fuertemente con la persona que la presenta, hay que analizar la razón por la
cual muestra dicha resistencia y crear un plan para atacarla y minimizarla,
incluso de ser posible, erradicarla. Hay gente que lo hace por miedo, por falta
de interés o porque desconoce las posibles consecuencias que esto pueda
traer, hay que aprender diferentes
estrategias para los diferentes tipos de resistencias y trabajar con ellas.
En mi caso, la resistencia al aprendizaje generalmente se
combate con motivación, pero hay diferentes disparadores de resistencias, desde
problemas en casa, hasta problemas de déficit de atención, es mi trabajo como
profesor el estar informado y aprender a lidiar con cada una de ellas. Así como
sería mi trabajo como consultor hacer lo mismo.
Concuerdo contigo Jaime. Te va a encantar el capítulo 18 The Teacher as Consultant
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